jueves, 19 de mayo de 2016

Trufa de chocolate para rellenos y decoraciones



Hoy os traigo la mejor receta de trufa de chocolate del mundo mundial. Trufa para rellenos y decoraciones de tartas, cupcakes o lo que se os ocurra. Una trufa que de verdad sabe a chocolate.


Nada de montar la nata y añadirle cacao puro en polvo o chocolate derretido. Consiste en hacer una ganache pero cambiando las proporciones de nata y chocolate, y añadiendo un poquito de azúcar.

INGREDIENTES:
  • 500ml de nata para montar (con al menos 35% de materia grasa)
  • 150g de chocolate para postres (52% de cacao o más)
  • 60g de azúcar


PREPARACIÓN:
Debemos preparar la mezcla el día de antes que vayamos a utilizarla. Yo siempre la hago la noche de antes, así estará en la nevera al menos 12 horas.

Troceamos el chocolate y lo ponemos en un bol junto con el azúcar. Por otro lado, calentamos la nata en un cazo hasta que rompa a hervir. Retiramos del fuego y la echamos al bol donde teníamos el chocolate y el azúcar.

Removemos hasta mezclar completamente y volvemos a poner en el cazo toda la mezcla, a fuego medio hasta que hierva. En cuanto hierva, retiramos del fuego.

Dejamos enfriar a temperatura ambiente. Cubrimos la trufa con papel film al ras para que no forme costra y guardamos en la nevera.

Una vez pasadas las 12 horas, sacamos la trufa de la nevera y con unas varillas eléctricas la montamos como si fuera nata, con cuidado de que no se corte.



Y así tendremos una trufa lista para rellenar nuestra tarta, decorar unos cupcakes, ¡o comer directamente a cucharadas! J



viernes, 6 de mayo de 2016

Angel Food Cake de chocolate


Preparando yema para cubrir una tarta San Marcos, me pregunté: ¡¿y qué hago yo ahora con las claras de 6 huevos?! Seguro que había alguna receta de bizcocho con claras de huevo, así que me puse a buscar por internet, y claro, ahí estaba: el famoso Angel Food Cake del que tantas veces he leído su nombre, pero que nunca me había dado el interés de hacerlo, ni de siquiera saber qué ingredientes lleva o cómo era su receta.

El “pastel de ángel” se popularizó en Norteamérica a finales del siglo XIX. Debido a su ligereza se considera “comida de ángeles”.

Vi unas imágenes de un bizcocho ultra esponjoso, y la variante de chocolate, así que ahí fui directa. Claras de huevo, azúcar blanco, azúcar glas, harina, cacao y zumo de limón. Ni aceite ni mantequilla ni ningún tipo de grasa. Sin más.


Eso sí, es un bizcocho caprichoso y hay que seguir una serie de pautas para conseguir que suba durante el horneado, y que después, no se baje. Algunas me las he saltado puesto que no tenía el molde adecuado, pero conseguí un bizcocho mega esponjoso (parece mousse) y muy ligero.

La receta es de Esbieta, y no lleva crémor tártaro (al contrario que la receta original) ni utiliza el molde más adecuado. En Esbieta utilizan un molde rectangular y yo he utilizado uno redondo, pero cuanto más alto sea el molde, mejor se apreciará su esponjosidad.

INGREDIENTES:
  • 6 claras de huevo
  • 90g de azúcar glas
  • 60g de azúcar blanco
  • 60g de harina
  • 15g de cacao puro en polvo
  • 1 cucharadita de zumo de limón


PREPARACIÓN:
  1. Precalentamos el horno a 180º.
  2. Montamos las claras bien frías con una batidora de varillas. Cuando estén semimontadas, añadimos el azúcar blanco y el zumo de limón, y montamos durante 1 minuto más.
  3. Tamizamos la harina, el azúcar glas y el cacao, y los vamos añadiendo a las claras montadas, muy poco a poco, con movimientos envolventes utilizando una espátula.
  4. Preparamos nuestro molde poniendo en la base papel vegetal, pero no lo engrasamos. No debe contener nada de grasa para que así las claras se “agarren” al molde puedan subir por sus paredes.
  5. Vertemos la mezcla y horneamos unos 25-30 minutos a 180º.
  6. Cuando ya esté hecho, dejaremos enfriar el molde boca abajo sobre una rejilla, y si podemos conseguir un poco de altura entre la rejilla y la superficie, mejor, así circulará mejor el aire. Esto es para el que bizcocho no baje.
  7. Desmoldamos con ayuda de un cuchillo cuando esté frío completamente.


Servimos como más nos guste: mermelada, ganache de chocolate… ¡cualquier idea es buena!

Además este bizcocho (sin coberturas) tiene un aporte nutricial muy bajo debido a que no contiene grasas. Cada porción contiene apenas 100kcal, así que no está mal para quien quiere cuidarse un poco sin renunciar a los dulces.