domingo, 28 de febrero de 2016

Tarta de mousse de dulce de leche y chocolate (receta mejorada)


Vuelvo a colgar esta receta, esta vez igual a la versión original. Hace justo un año, para la misma ocasión (el cumpleaños de un compi) hice esta tarta de dulce de leche pero sin el swiss meringue buttercream de chocolate. Era todavía más inexperta que ahora, así que no me arriesgué.

Esta vez sí lo he hecho, y además he cambiado de molde a uno un poquito más pequeño, por lo que las cantidades han variado. 

En resumen, son 3 planchas de bizcocho de chocolate con relleno de mousse de dulce de leche, cobertura y decoración de swiss meringue buttercream de chocolate, y para terminar una ganache de chocolate negro.

Tal que así:

Aunque parte de la receta la tenéis en el post del año pasado, os la vuelvo a poner, añadiendo la preparación del swiss meringue buttercream de chocolate. Con buttercream o sin ella, ¡probadla porque está deliciosa! J

INGREDIENTES para un molde de 22cm:
Bizcocho:
  • 115g de harina
  • 90g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 120g de azúcar
  • 40g de azúcar glas
  • Una pizca de sal
  • 8g de levadura química
  • 45g de cacao puro en polvo
  • 3 huevos L a temperatura ambiente
  • 75g de leche entera

Almíbar:
  • 200g de azúcar
  • 200ml de agua
  • Ron al gusto

Mousse de dulce de leche:
  • 300 g de dulce de leche
  • 500 ml de nata (35% materia grasa) fría
  • 4 láminas de gelatina neutra

Swiss Meringue Buttercream de chocolate:

  • 120g de claras pasteurizadas
  • 240 de azúcar
  • 360g de mantequilla sin sal a Tª ambiente (muy importante)
  • 40g de cacao puro en polvo


Ganache de chocolate:
  • 200ml de nata para montar (35% materia grasa)
  • 200g de chocolate negro (70% de cacao)

PREPARACIÓN
Comenzamos haciendo la masa del bizcocho, así que precalentamos el horno a 170ºC.

Separamos las claras de las yemas. Batimos las claras con la pizca de sal hasta tener una consistencia firme sin que estén al punto de nieve. Añadimos el azúcar glas y batimos hasta montarlas al punto de nieve, y reservamos.

En otro bol ponemos la mantequilla y batimos hasta que quede cremosa. Añadimos el azúcar poco a poco hasta integrarlo. Después, agregamos las yemas una a una batiendo hasta mezclar completamente. Por último, añadimos la leche y batimos unos minutos más.

En otro bol, tamizamos la harina y la levadura y las vamos incorporando a la mezcla anterior poco a poco con movimientos envolventes con la ayuda de una espátula. Cuando esté todo integrado, añadimos poco a poco el cacao tamizado, también con movimientos envolventes.

Por último, agregamos las claras al punto de nieve que habíamos preparado al principio, con cuidado para que no se bajen mucho, realizando movimientos envolventes con una espátula hasta integrar completamente.

Echamos la mezcla en un molde previamente engrasado y horneamos a 170ºC durante unos 40 minutos.

Mientras se hace el bizcocho, preparamos la mousse de dulce de leche. Primero, hidratamos las láminas de gelatina durante 5 minutos en agua fría. 

Calentamos el dulce de leche en un cazo a fuego muy lento hasta que se temple, con cuidado de que no se nos queme. Añadimos la gelatina bien escurrida, mezclando hasta integrarla completamente y dejamos enfriar a temperatura ambiente. 

Mientras, montamos la nata. Cuando el dulce de leche haya enfriado un poco, lo vamos añadiendo poco a poco a la nata montada. ¡Los movimientos envolventes en esta receta son la clave! 

Reservamos la mousse en la nevera y preparamos la ganache de chocolate negro. Calentamos la nata a fuego lento. En cuanto comience a hervir, la retiramos del fuego y la vertemos sobre el chocolate que habremos troceado previamente. Removemos con unas varillas hasta mezclar completamente la nata con el chocolate y dejamos enfriar a temperatura ambiente.


Swiss Meringue Buttercream de chocolate
Para la preparación de la swiss meringue buttercream de chocolate: ponemos al baño maría las claras con el azúcar. A fuego muy bajo (muy importante que el agua no supere los 60ºC) para que las claras no cuajen, vamos removiendo con las varillas hasta que el azúcar se disuelva por completo, lo sabremos cuando al tocar las varillas con los dedos no notemos los granitos de azúcar (costará unos 10 minutos).

A continuación montamos las claras con la batidora unos 10 minutos. Pasado este tiempo el merengue formado ya se habrá atemperado, y podremos incorporar la mantequilla sin que ésta se derrita. 

Batimos otros 10 minutos. Veremos como la crema parece que se corta pero el truco es seguir batiendo, hasta conseguir una mezcla sedosa.

Añadimos el cacao y batimos unos 2 minutos, ¡y listo! Reservamos a temperatura ambiente.




Para hacer el almíbar: calentamos en un cazo el agua con el azúcar y llevamos a ebullición. Dejamos hervir hasta que el azúcar se haya disuelto completamente. Apartamos del fuego, agregamos el ron al gusto, y dejamos enfriar.

MONTAJE DE LA TARTA
Con la ayuda de una lira dividimos los bizcochos para conseguir 3 planchas. Lo mejor es que esté frío para que no se desmigaje mucho. Yo los suelo meter a la nevera antes de cortarlos.

En la bandeja de presentación (truco: poner papel de aluminio alrededor para no mancharla, lo retiraremos una vez se haya enfriado la cobertura) ponemos la primera plancha de bizcocho. 




La mojamos con almíbar y rellenamos con la mousse de dulce de leche. Ponemos otra plancha de bizcocho, y hacemos lo mismo. Por último, colocamos la última capa de bizcocho mojada en almíbar y cubrimos toda la tarta con la buttercream. Metemos a la nevera unos 15 minutos.

Para terminar, vertemos cuidadosamente la ganache sobre el centro de la tarta. No debe tener una consistencia muy líquida para que así nos permita aplicarlo adecuadamente por las paredes sin que quede ningún hueco por cubrir. Intentamos dejar la superficie lo más lisa posible.

Refrigeramos en la nevera para que la cobertura se solidifique y después podremos decorarla a nuestro gusto con la buttercream que nos haya sobrado.






sábado, 13 de febrero de 2016

Cupcakes Red Velvet


Red velvet, o terciopelo rojo en castellano, es el nombre de un bizcocho muy de moda con un sabor único y especial. El colorante (natural o artificial) rojo y el bicarbonato, vinagre y buttermilk (o suero de leche) que lleva su receta le dan esa apariencia de terciopelo rojo. También contiene vainilla y cacao, y junto con la crema de queso que le suele acompañar, hacen una mezcla de sabores muy muy rica. Si todavía no lo has probado, ¡tienes que hacerlo!


Y por eso os dejo aquí la receta de unos cupcakes red velvet rapidísimos de hacer y que son perfectos para cualquier ocasión, con o sin crema, están igualmente buenos.

INGREDIENTES (para aproximadamente 12 cupcakes):
  • 60ml aceite suave
  • 150g azúcar
  • 1 huevo
  • 125ml leche entera
  • 1 cucharadita de zumo de limón
  • 150g harina
  • 1 cucharada de cacao puro en polvo
  • ½ cucharadita de bicarbonato sódico
  • 1 cucharadita de vinagre blanco
  • ½ cucharadita de colorante rojo en pasta
  • 1’5 cucharaditas de esencia de vainilla


PREPARACIÓN
  1. Precalentamos el horno a 160º
  2. Comenzamos haciendo la buttermilk (o suero de leche): echamos el zumo de limón a la leche y dejamos reposar unos 5 minutos
  3. Mientras, en un bol mezclamos el aceite, el azúcar y el huevo
  4. Tamizamos la harina y el cacao
  5. Incorporamos en varias veces la mezcla de harina y cacao, y la buttermilk, intercalándolas y batiendo bien cada vez
  6. Echamos el vinagre sobre el bicarbonato para que hagan reacción (saldrá una espuma), vertemos sobre la mezcla y removemos bien
  7. Agregamos el colorante rojo y mezclamos, y hacemos lo mismo con la vainilla
  8. Con la ayuda de una cuchara para helado rellenamos las cápsulas (no más de 2/3 de tu capacidad)
  9. Horneamos 25-30 minutos a 160º
  10. Sacamos del horno y dejamos enfriar unos 5 minutos
  11. Pasado este tiempo, ponemos los cupcakes sobre una rejilla para que se enfríen por completo


VÍDEO-TUTORIAL de la RECETA:





DECORACIÓN
Yo suelo ponerles una crema de queso (philadelphia o mascarpone). La receta completa (con vídeo incluido) la tenéis aquí.


Animaros a hacerlos que son facilísimos ¡y están deliciosos! J



lunes, 8 de febrero de 2016

Crema de queso mascarpone y nata EXTRA FIRME


Andaba yo buscando una crema de queso en condiciones, que fuese bien consistente y firme, y así sirviese no solo para rellenar tartas, sino también para cubrirlas y decorarlas. La que solía hacer consistía en montar la nata y después añadirle el queso (normalmente mascarpone) con movimientos envolventes teniendo cuidado para que la nata no bajase de volumen. Pero nada, lo que al final conseguía era una “crema” bastante líquida y, por lo tanto, nada consistente.

Pero por fin he encontrado la manera de hacerla extra firme utilizando los mismos ingredientes, sin añadir ni estabilizantes ni gelatinas ni nada por el estilo.

El truco está en añadir el queso bien frío cuando todavía la nata no está montada, pero sí ha cogido un poco de espesor, algo así como “semi-montada”. Por supuesto la nata también debe estar muy fría.

Hay que tener cuidado en no pasarse de montar. Hay que parar de batir cuando las varillas formen surcos en la crema, que además se ven casi amarillentos. Además, se escucha un ruidito curioso cuando está en su punto, algo así como chof chof chof… jajaja es verdad! Ese es el punto exacto para dejar de batir.


He hecho un vídeo para que veáis cómo la hice y cómo queda, espero que os guste! J


martes, 2 de febrero de 2016

Otras ideas para personalizar tus tartas: el papel comestible



El mundo de la personalización de las tartas ha crecido tanto que cada vez hay más inventos para hacer (casi) cualquier tipo de cosa que se te pase por la cabeza. Este es el caso de la tinta comestible, y con ella, las impresoras con cartuchos de tinta comestible. Sí, existen. Y por supuesto, papel especial para ellas: el papel de azúcar o de arroz (obleas) y el papel chocotransfer (para transferir al chocolate).

Así que cualquier foto, diseño o imagen que quieras, la puedes imprimir, y comértela. Aunque lo suyo es que la coloques en una tarta para que quede totalmente personalizada J

Este es el caso de las últimas 2 tartas de cumpleaños que he hecho: una para un futbolero y otra para un fan de los Power Rangers.



Yo escogí el papel de azúcar porque tiene mayor calidad de impresión y además es más flexible a la hora de manejarlo. Además tiene un sabor a vainilla muy rico.

Y como (todavía) no tengo impresora de tinta comestible, acudí a 1000 Colores para que me imprimiesen las imágenes en papel de azúcar. Y la verdad es que quedaron tal cual las diseñé. ¡Quién diría que se pueden comer!