En
el post anterior os contaba cómo hice mis primeras galletas de mantequilla,
pero quedaba lo más divertido: decorarlas.
Para
la decoración he hecho glasa real o royal icing, que es una mezcla de claras de
huevo, azúcar glass y zumo de limón. Esta es la receta:
Glasa
real (royal icing):
- 400 gramos de azúcar glass tamizado
- 2 claras de huevo pasteurizadas
- 2 cucharaditas de zumo de limón
Batimos
las claras de huevo con varillas hasta conseguir una espuma. Añadimos el zumo
de limón y comenzamos a echar el azúcar glass poco a poco sin parar de batir.
Conseguiremos una mezcla con una textura muy parecida a la pasta de dientes:
ese es el punto que necesitamos.
Así
tendremos la glasa de perfilado, a la que añadiremos diferentes colorantes en
gel para delinear las galletas, haciendo alrededor de ellas como un “muro de
contención”.
Lo mejor es usar biberones con la boquilla fina. Podemos
ayudarnos de un palillo para arreglar las imperfecciones que vayan saliendo, y dejaremos secar antes de decorar con la glasa de relleno.
Para
hacer la glasa de relleno, solo habrá que añadir un poquito de agua. Podéis ver
cómo hacerlo aquí, en el minuto 6:25 explican muy bien la textura fluida que tiene que adquirir
la glasa.
Una
vez decoradas, se dejan secar (yo las he dejado toda la noche, guardadas en una
caja con papel vegetal) y ¡ya están listas para comer!
Hoy estoy haciendo más galletas de otras formas pero sigo con el tema Navidad, en cuanto las tenga os las enseño en Facebook.
¡Be sweet!
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