Llevaba
días con ganas de hacer otra tarta fondant y, visto el éxito que tuvo la primera,
ésta me tenía que salir mejor. Así que encontré el motivo perfecto para finales
de octubre: una calabaza de Halloween.
Decidí
hacer una grande para llevar a mis compis de trabajo ya que estos días vivimos
Halloween bastante intensamente, y otras más pequeñas para casa de mi
chico y para mi amiga Isa. Aunque los recortes del bizcocho
al final los hemos aprovechado también en casa. :P
Cada
calabaza la he hecho con 2 bizcochos en un molde con forma de bol. El bizcocho
es de chocolate bañado en almíbar de cacao y relleno de crema de cacao
(nocilla, nutella…), cubierto con fondant de colores.
Preparación
del almíbar de chocolate y ron:
En
un cazo echamos 300 ml de agua y 250 gramos de azúcar y llevamos a ebullición.
En cuanto empiece a hervir, retiramos del fuego y removemos hasta que el azúcar
esté completamente disuelto. Cuando haya enfriado, añadimos una cucharada de
cacao puro en polvo y un poquito de licor (ron en este caso) al gusto.
Para el bizcocho he utilizado la receta del bizcocho de yogur, añadiéndole también cacao puro en polvo.
Preparación
del bizcocho:
Untamos
un poco de mantequilla en el molde que vayamos a usar para que la tarta tenga
forma de calabaza. Lo mejor es que tenga forma de bol y que sea apto para
horno. Vertemos la mezcla del bizcocho de yogur con cacao y lo metemos al horno
durante 40 minutos aproximadamente, a 180 grados. Controlamos que su interior
esté bien hecho pinchando con un cuchillo en el centro: si el cuchillo sale
limpio significa que ya está listo.
Para
hacer la forma de calabaza necesitaremos 2 bizcochos con ese molde (en forma de
bol). Cuando tengamos los dos bizcochos, los uniremos uno encima del otro y
comenzaremos a darle forma de calabaza. Con un cuchillo o rallador le haremos
los surcos y lo redondearemos para que se parezca lo más posible a una
calabaza.
Cuando
la tengamos ya moldeada, pincharemos unos palillos de forma vertical para luego
encajar cada capa adecuadamente.
Cortamos
el bizcocho horizontalmente tantas veces como capas queramos hacer. En este
caso he hecho dos capas. Empapamos el bizcocho generosamente con el almíbar de
cacao ayudándonos de un pincel de silicona. Intentamos no mojar mucho la base
para que no pierda consistencia.
Untamos
crema de cacao en cada capa, montamos y cubrimos toda la tarta con la crema de
cacao para que después el fondant pueda pegarse bien.
Decoración
con fondant:
Para
esta tarta he utilizado fondant naranja para cubrir toda la calabaza, he teñido
un poco de fondant blanco con colorante verde para hacerle tallo y hojas, y
negro para los ojos, nariz y boca.
¿Qué
os parece? Yo quedé muy contenta con el resultado!
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